sábado, 15 de julio de 2017

Crash Bandicoot: N.Sane Trilogy


Lo antiguo siempre es mejor. Esa frase la ha dicho el 90% de los gamers de mi quinta. Lo que seguramente ocurre es que cuando éramos niños los juegos nos impactaban más. Muchas veces ha pasado que al volver a jugar a nuestro juego favorito de la infancia, aquel cuyos gráficos nos dejaron boquiabiertos o su jugabilidad nos parecía inmejorable, a día de hoy nos dejan fríos y con las palabras "no lo recordaba así" en nuestra boca, previamente abierta.


Y aquí entran los remakes. Por mucho que esta trilogía se anuncie como un remaster, lo cierto es que no lo es. Un remaster consiste en retocar algunos aspectos del juego y relanzarlo tal y como era. Un gran ejemplo de remaster sería The Last of Us para PS4. Aquí solo encontraremos un aumento de resolución, HDR y poco más. En cambio, Crash Bandicoot ha disfrutado de un proceso de creación desde 0. Nuevos modelados, nuevas texturas, nuevo doblaje, aunque respetando el diseño de niveles y ubicación de cajas y demás.



Para los que no lo sepan, Crash es un juego de plataformas, a veces en 3d, a veces en 2.5d, según el nivel, con oportunidades de manejar vehículos como aviones, motos o lanchas de agua, así como montar animales, como tigres, jabalís o hasta un pequeño dinosaurio. Los niveles son lineales y deberemos pasarlos intentando romper todas las cajas desperdigadas en los niveles. Al hacerlo nos recompensarán con una gema y al obtenerlas todas, podremos ver el auténtico final del juego. Podemos pasar los niveles sin coger ni una sola gema, pero esto facilita y acorta muchísimo el recorrido.


Es aquí donde entran en escena las principales virtudes y también problemas de N.Sane Trilogy.
Crash es un remake de las tres primeras aventuras de Crash Bandicoot que pudimos disfrutar en la primera PlayStation con sus defectos y sus virtudes. Nada ha cambiado aquí a excepción de lo técnico. Como dije, está creado de cero. Los modelados son exquisitos, el doblaje nuevo deja unas interpretaciones con actores conocidos que nos harán reír de nuevo y todo rezuma un aire a película de animación que encandilará a todos los que disfrutaron de Crash en su momento.


Pero claro, cosas como el control no se han tocado demasiado, así como las tan mencionadas hit-box.
Ocurre que en este juego, tanto Crash como el resto de personajes, tienen unas hit-box ovaladas y no cuadradas como suele ser el caso. Esto hace que resbalemos más de la cuenta y que cueste mucho más calcular un salto en profundidad, o que los enemigos nos maten porque hemos saltado creyendo que les podríamos alcanzar, teniendo en nuestra mente una hit-box cuadrada como solía ser antes.


Todo esto ha hecho que mucha gente, que recordada los juegos más fáciles y que se los podían pasar sin problemas en su niñez, ahora son una tortura de muerte y desesperación, comparándolo en ocasiones con la saga Souls. Puede que de niños tuviésemos más paciencia, o quizá es que nos hemos amoldado a otro tipo de experiencias, pero me parece fascinante como somos capaces de aceptar las múltiples muertes e injusticias en unos juegos, y condenar y enfadarnos con otros por hacer exactamente lo mismo.


En resumen, si fuiste fan de Crash, esta trilogía viene recomendadísima. Sí, vas a morir mucho. Pero también sin duda vas a recordar con nostalgia aquellos juegos que nos hicieron soñar cuando éramos niños. Y, por si todo esto fuese poco, podemos controlar a Coco en la totalidad de las 3 aventuras, cosa que antes no era posible.


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