Rise of the Tomb Raider

Lara ha vuelto. Aunque ha elegido un mal momento para hacerlo. Entre la pirotecnia de Black Ops 3 y BattleFront y la profundidad de Fallout 4, la arqueóloga lo ha tenido muy difícil para salir airosa de la tumba oculta que representaban esas tres bestias pardas.
Aunque solo se trata de una mala elección del momento ya que el juego rezuma calidad por todos sus poros. Si bien es cierto que nada ha vuelto a ser igual desde aquellos viejos clásicos que nos enamoraron a todos gracias al ingenio con el que estaban diseñados, Lara ha sabido reinventarse para ofrecernos un reboot que no dejó a nadie indiferente, a pesar de la clara inspiración de la saga Uncharted.

Tomando todo lo bueno que la anterior entrega nos ofreció, llega Rise of the Tomb Raider para demostrarnos que más de lo mismo no siempre es algo malo.
Como ya es habitual, Lara persigue un nuevo objetivo que le llevará a través de campos nevados, instalaciones, aldeas y muchas montañas que escalar. La fuente de la vida nos espera al final del recorrido y nuestra heroína tiene sus motivos personales para arriesgar su vida en el intento.

Con su inseparable piolet y su arco multiusos, Lara puede escalar paredes rocosas, engancharse a cuerdas, matar enemigos y resolver puzzles con una gran versatilidad. Y si con estas dos herramientas no es lo bastante mortífera ya, también podrá abrirse paso con pistolas, rifles y escopetas (3 tipos de cada una) y, con los materiales que recogeremos durante la aventura, tanto naturales como artificiales, podremos mejorar nuestro arsenal hasta convertirnos en una máquina de matar imparable.

Si bien es cierto que, al igual que su antecesor, este nuevo Tomb Raider se torna poco más que un paseo para aquellos que eran expertos en los juegos clásicos y que quizá haya más acción de la deseada en un juego de la franquicia, pero para mi es un juego con un ritmo perfecto y tan variado como disfrutable.

Técnicamente es un producto casi redondo. No llega a las cotas de calidad de otros títulos como Arkham Knight pero cumple de sobras y más de una vez, nos encontraremos maravillados observando los escenarios. Por otro lado, el doblaje al castellano es de mucha calidad también, aunque la voz de Lara ha cambiado y eso puede chocar un poco a los que estábamos acostumbrados a la anterior. Pero eso queda compensado por la posibilidad de escuchar las voces en una gran variedad de idiomas, como castellano, español latino, japonés, inglés, dos variedades de chino, y diría que me dejo algún doblaje en el tintero.

En resumen, Rise of the Tomb Raider es un juego que hará las delicias de los fans de las aventuras. No inventa nada nuevo, pero lo que hace, lo hace a las mil maravillas. Si te gustó la entrega anterior, es una compra obligada y si es tu primer acercamiento a la saga, descubrirás una aventura apasionante, de esas que no te permite soltar el mando hasta ver su final.