Últimamente he estado probando la nueva entrega de la famosa saga de DICE. Hardline vino para demostrarnos que no todo es guerra realista y que se puede traspasar la experiencia de un shooter bélico a una historia típica de polis y cacos. Y la verdad es que les ha funcionado perfectamente, al menos a mi parecer.
Con Hardline tenemos las ya típicas dos opciones: liarnos a tiros o ser sigilosos y deslizarnos tras los enemigos para arrestarlos. Si elegimos la segunda opción, solo tenemos que acercarnos sin ser vistos y mostrar nuestra placa de poli para que el enemigo tire su arma y se deje arrestar amistosamente.
Esto nos dará puntos que nos sirven para desbloquear armas y equipo nuevo, de la misma forma que los galones lo hacían en BF4.
La jugabilidad permanece intacta respecto a la entrega anterior y también lo hacen los maravillosos efectos de sonido a los que nos tienen acostumbrados. El apartado gráfico ralla a un nivel espectacular. Los gráficos se sienten realmente de la nueva generación, con explosiones bien recreadas, texturas nítidas, caras super expresivas y armas perfectamente diseñadas.
Después de completar la mitad de la campaña puedo decir que me está gustando mucho y que me lo estoy pasando pipa deteniendo a los enemigos como si de un juego de sigilo se tratase.
Y luego está el glorioso multijugador, marca de la casa, que aun no he probado porque no soy de jugar online, pero estoy seguro de que hará las delicias de los que gusten dispararse entre colegas.
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