sábado, 24 de octubre de 2015

Freedom Poopie



¿Cuántas veces habremos dicho aquello de "los juegos ya no son como antes?". Seguro que incontables. Entre historias extremadamente guiadas y situaciones demasiado parecidas, hace tiempo que empezamos a sentir que las experiencias que sentíamos antes a los mandos de una consola, ya no van a volver.
Pero existe una pequeña bocanada de aire fresco y no es otra que el sector indie. Se trata de pequeños estudios que ponen todo su talento al servicio de un juego creativo y, la mayoría de las veces, hecho con tanto amor y sentimiento como les es posible.


En este caso hablaré de ElectroPlasmatic, un estudio que buscó con ahínco su lugar en el sector con un juego que rezuma estilo clásico por todas partes. Se trata de Freedom Poopie, y tal y como su nombre indica, se trata de ayudar a una pequeña caquita a encontrar la libertad a través del inodoro.
El título nos propone una serie de niveles malignamente creados con la intención de que muramos y muramos. Como si de Dark Souls se tratase, vas a morir incontables veces, pero, lejos de aburrirte, cada muerte te dará más energías y ganas de ver cómo será el siguiente nivel.



La caquita, como tal, no puede atacar ni tiene la consistencia necesaria para matar a sus enemigos saltándoles encima. Nuestra única alternativa es esquivar como podamos los obstáculos y ocasionales criaturas con nuestra única habilidad: el salto.
Y de eso se trata. Saltar y buscar desesperadamente la salida del nivel, no sin antes encontrar la escobilla del váter, que nos dará el empuje que necesitamos para colarnos a través de él, si sabéis a qué me refiero....


Cada nivel, además, tiene un objeto coleccionable que, si bien no es obligatorio recoger, nos garantiza el acceso a un nivel final si los  reunimos todos.
El título además, cuenta con un apartado gráfico para quitarse el sombrero. No se ha escatimado en este aspecto. Todo está trabajado a un gran nivel de detalle, desde la caquita hasta los escenarios, que cuentan con texturas nítidas y relucientes. Asimismo, el fuego que ocasionalmente surge de algunos conductos, o el agua que siempre estará presente de fondo en los niveles, muestran una calidad asombrosa.


Freedom Poopie tiene todo lo que se le puede pedir a un juego de corte arcade. Ofrece diversión inmediata, pero necesitas paciencia, perseverancia y comer mucha verdura para lograr terminarlo.
Vas a morir mucho y a repetir la misma situación varias veces hasta lograr el nivel de habilidad necesario para superarla o aprenderte el patrón del obstáculo o el enemigo en cuestión.
Si disfrutaste en su momento de títulos de la vieja escuela de los 8 bits y te atraen los desafíos, no lo dudes ni un momento, pues Freedom Poopie viene para demostrarnos que las plataformas clásicas siguen estando entre nosotros y que atesora suficiente calidad como para brillar con luz propia.



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